lunes, 6 de diciembre de 2021

Descolonizarnos

Vi a mi abuelo materno sonriendo en medio de la fiesta de su pueblo, Ixcapa, allá por principios de la década de los 90. Vi a mi abuela materna platicando con sus amigas afuera de la iglesia, después de misa. Mi madre me ha contado que sus primos a caballo eran los personajes principales de la fiesta patronal de su tierra. Recuerdo a mi abuela paterna vendiendo maíz en una esquina del mercado de Pinotepa. Recuerdo a mis tías paternas vendiendo comida entre el bullicio de la feria que se ponía cada Semana Santa y no sé si eran felices, desconozco si les gustaba estar ahí, pero las vi llenas de esa vitalidad soleada y calurosa de El Trópico. Recuerdo a mi padre, junto a sus amigos y demasiada gente alrededor, marchando por las calles, tomando el palacio municipal, lanzando discursos sobre la democracia y lo que demandaba la gente en esa mítica pérgola levantada en el parque de Pinotepa. (Texto completo en Capote).

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