martes, 6 de marzo de 2018

Mi vida con la muchacha con un golpe en la cabeza

Ella escuchaba música de banda mientras caminaba por Acapulco. Yo leía a Cioran y pensaba que nunca me iría del puerto. Ella no sé qué puso en alguna esquina que me llamó la atención. Yo me le paré enfrente y la llevé a comer pastel por la Americana. Ella era una morena que radiaba felicidad e ingenuidad bajo treinta grados a la sombra. Yo amanecía fumando y bebiendo en alguna playa. Ella reía como un tsunami. Yo fruncía el ceño con este odio que le guardo al mundo. Ella soñaba tardes de cine y conciertos de banda. Yo soñaba con la magnitud de sus pechos, con la violencia de sus nalgas, con sus pies rumbo a cualquier lugar de paso. (Texto completo en Trinchera)

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