martes, 26 de abril de 2016

El cielo de Berlín

"Nunca, como en ese momento, Liev Davídovich había sentido el peso de su condena. Recluido en una isla perdida en el tiempo, su capacidad de acción se reducía a la escritura de artículos y a la organización de seguidores dispersos, cuando en realidad debería estar en el vórtice de unos acontecimientos que, podía sentirlo en la piel, implicaban el destino de la clase obrera alemana, el de la revolución europea y tal vez el de la misma Unión Soviética. Sabía que se imponía movilizar la conciencia de la izquierda alemana, pues todavía resultaba factible evitar el desastre que se dibujaba en el cielo de Berlín. ¿Nadie advierte que si no se le cierra el camino, Hitler se hará́ con el poder y los comunistas serán sus primeras víctimas? ¿Qué pasa en Moscú́?, se preguntó. Intuía que algo oscuro se gestaba tras los muros rojos del Kremlin. Lo que todavía no podía imaginar era que muy pronto oiría bajar, desde las torres más altas de la fortaleza moscovita, los primeros aullidos de una criatura macabra, capaz de horrorizarlo."
Leonardo Padura

No hay comentarios.:

Publicar un comentario