Aborrezco las buenas acciones de la gente maligna y cizañosa. No soy
hipócrita con aquellos a los que les guardo un rencor porque intentaron
pisotearme y yo no soy de los que perdona; en ellos concentro todo mi odio.
Nunca estaré de acuerdo con las tradiciones, las costumbres y las acciones
formales de ninguna sociedad. Queda muy poco por rescatar en esta autopista de
mierda; aunque haya dos o tres esquinas para sentirse bien no lo puedo hacer
porque no creo en la felicidad y en la alegría, no son más que armatostes para
gente falsa. Quiero morir como mueren las almas tranquilas. Quiero echar atrás
los calendarios e interrumpir mi nacimiento.
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