El amor es querer leer una y otra vez 'Do androids dream of electric sheep?' de Philip K. Dick

te amo
como aquella casa que construyeron mis abuelos y la vendieron cuando se fueron a Acapulco
como una tarde de truenos en medio de olas feroces
como una crónica de un hotel que están a punto de derribar para construir un vecindario de lujo
como las escaleras eléctricas que me recuerdan a mis fracasos de juventud mientras cavilaba-caminaba por las calles tal perro al que nadie se acercaba
como un tiburón falto de carácter que se deja arrastrar por la corriente
como los escualodroides que sueñan con mantarrayas eléctricas cada que los invade la mañana con el olor a orín y mierda de Sinfonía
como un par de pupilas que se sorprenden al ser testigos de un gol que meto en el último minuto desde 20 metros de distancia y pega en el poste
como estar de madrugada pidiendo a mis intenciones suicidas que me extiendan el plazo
como si cada cuatro horas te montaras en mí y me dejaras sin aliento
como si el amor sólo fuera cursilería llaneza violencia seducción cuando podría ser únicamente el rastro genético de un cangrejo desaparecido hace días y a nadie se le ocurre decir quiénes se lo llevaron
como ir de una punta a otra por Acapulco sin temor a los sicarios a la policía a los perros sueltos a los asaltantes comunes a la noche ofertándome su ese manual para curar la tristeza