viernes, 16 de noviembre de 2018

Vagancia

Uno vaga y se encuentra
los recuerdos desempleados
en avenidas saturadas de miedo.

Uno vaga y se topa con voces de niños raquíticos,
con peces que esperan la noche.

Uno se distrae con el cansancio
de hombres que derrapan
como aves perdidas
en el viento de la infancia.

Uno vaga para tropezar con una contestación
para los dichos de los abuelos,
para la ternura de un amor rengueante.

Y uno queda envuelto por la cosecha que se pudre
en caravanas de noticias desidiosas.

Uno vaga y se queda con la maléfica vida,
con el desperdicio de los autoservicios,
de los parques que envejecen de alegría.

Uno se queda en un espeso sueño
que proviene de un cadáver.

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