lunes, 25 de diciembre de 2017

Antielogio al trabajo actual en 33 actos

I
No debes hablar mal de la mano que te da de comer, pero la empresa en la que estoy trata a sus trabajadores peor que en el siglo XIX.

II
Reportea y ven a la Redacción a hacer de todo, que para eso eres auxiliar de información, que para eso te pagamos una miseria.

III
"Naturalmente que sueño
¿Vive alguien con un escueto salario?"
Kikí Dimoulá

IV
Los dueños de los medios de comunicación mexicanos exigen seguridad y son tan del sistema que pagan a sus empleados menos que una miseria.

V
Me gusta mi oficio, más no el lugar donde trabajo y, para colmo, necesito un palancazo para largarme de aquí.
Así es la vida en este país.

VI
Queja laboral: una empresa que no ofrece capacitación y obliga a sus trabajadores a ser autodidactas no merece que le vaya bien.

VII
Y todavía que salga a la calle a reportear: cuando un periódico es más cruel que una empresa neoliberal.

VIII
Nos conformamos con miserias.

IX
Te exigen, te minimizan, te pisotean, te agrian los días, te desaniman, te tratan como ellos creen que merecen tratarte.

X
Pa' que no se quejen: nunca me despedí al dejar mis trabajos anteriores, no dejé ni una ventana abierta... el pasado es ranciedad y fracaso.

XI
“Nada hay más sospechoso en una Redacción que un poeta”.
Antonio lucas

XII
No temas ser débil 
No te avergüences de estar cansado 
Tienes buen aspecto cuando estás cansado 
Parece que puedes seguir y seguir sin parar
Leonard Cohen

XIII
No amo mi trabajo.
No amo mi trabajo.
Es que no amo mi trabajo.
A lo mucho, lo detesto con ternura y en silencio.

XIV
Más allá de las pésimas condiciones laborales y el casi obsoleto equipo de trabajo, el jefe me empieza a caer bien.

XV
Me queda una semana de vacaciones. Y a lo único que quiero volver al trabajo es a presentar mi renuncia.

XVI
Hoy regreso al trabajo y me dicen desempólvate, ¿qué nos traes para publicar?
¿Uno tiene que seguir trabajando en sus vacaciones?

XVII
Estoy ahogándome en agua negra.

XVIII
Es el "estrés laboral": mi contrato es auxiliar de información y me ponen hasta paginar.
Hay que cuidar la nómina aunque se explote a los trabajadores.

XIX
Nunca alcanza.
¡Nunca alcanza!
¡¡¡Es que nunca alza!!!

XX
Malpagado Deprimido En la pobreza Amontonado Viendo fútbol Asolado por el apnea Fatigado Y transcribiendo a Anne Carson

XXI
No dejaré este trabajo para irme a otro. Si renuncio me encerraré en mi casa por mucho tiempo y no acudiré a ningún llamado.

XXII
-¿Cuál es su profesión?
-Dormir y renunciar al empleo.

XXIII
Clima laboral: la coeditora de Deportes pide que me pase con ellos. Yo gustoso. Pero el jefe dirá que me vaya con ellos y siga en Nacional.

XXIV
Mientras unos debaten paranoias, yo reflexiono por enésima vez renunciar al trabajo. No soporto lo uno ni lo otro.

XXV
No sé que es más patético: ¿que el periodismo se haya vuelto una transcripción de boletines de dependencias gubernamentales y los medios los publiquen, a veces, como su nota principal? ¿o que vuelvas tu perfil personal de Facebook en una plataforma saturada de boletines de dependencias gubernamentales?

XXVI
Hoy botaría el trabajo y a la bola de jefes que creen hacer el súmmum periódico del país.
Pero no puedo botarlo como lo hice con otros.

XXVII
Escribe más crónicas, te seguiremos pagando la misma miseria.

XXVIII
Queja laboral: donde come uno, comen tres. Así de miserables son con el salario los jefes.

XXIX
Que la empresa use la intimidación para mejorar la eficiencia del personal muestra el tipo de personas que la dirigen.

XXX
Otra queja laboral: el nuevo jefe llevará a gente sin oficio periodístico y que no lo ven como proyecto de vida.

XXXI
En la chamba creen que con la miseria que me dan pago renta en CDMX y el coche, y todo lo otro para vivir. ¡Vaya, vaya!

XXXII
El capataz de la empresa te obliga, como si fueras un conejillo de indias al que no le subirán el salario, a autocapacitarte: aprendes de corrección de estilo, de edición, te chutas el InDesign en una semana y, ya con toda la voluntad de hacer y deshacer en la Redacción, te mete una patada en el culo, y, por si lo dudas, hace cofradía y les eleva 400% su salario a una reportera con un uso del lenguaje muy llano y otro buen tipo que carece de perspectiva editorial.
En fin, en este país no existe la meritocracia sino la amigocracia.

XXXIII
Eso me pasa por ponerme a parir hijos y no proyectos.

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